Ahora sí, la Juve ha regresado. Potente, dominante, fiera. Simplemente superior a todos. El trigésimo primer título de liga ha certificadoque: el fútbol italiano por fin ha reencontrado a su "dama" (Signora). La Juve ganó 26 de 35 partidos. Ha jugado en un promedio de 2,37 puntos por partido. Anotó 67 goles y encajó 20, menos que nadie. Triunfó con tres jornadas de antelación. Y el hecho de que se haya tenido que esperar "mucho" para celebrar el título, es una garantía del opositor y de la competitividad de una liga que, por supuesto, mantiene un índice de dificultad lejos de ser trivial. Amplifica los ya enormes méritos del equipo de Conte.
Algunos equipos han tratado de aproximarse a nosotros y, cuando ocurría, pasaba automáticamente a llamarse "anti-Juve". Cada vez que sucedía, los intentos eran devueltos inmediatamente al remitente. "Era como una carrera de Usain Bolt, cuando nada más salir deja a los rivales atrás en la salida y, a continuación, si los ve de reojo, acelera el paso para ganar con comodidad.
Esto es lo que ha hecho la Juve, ha cogido distancia ha controlado a los perseguidores, y antes de que pudieran acariciar sueños de gloria, ha recordado amablemente a sus rivales que ni siquiera lo intentaran.
Lo hizo durante toda la temporada y durante cada partido. Jugando un fútbol agresivo y eficaz, espectacular y, al mismo tiempo sólido, fuerte y maduro.
Una madurez lograda por el equipo, personal técnico, por el club. Por todos los que trabajan para que llevar a la Juve a lo más alto y que, gracias a un esfuerzo masivo se las arreglaron para hacer que no causara dolor la ausencia de Antonio Conte desde el banquillo en los primeros cuatro meses de la temporada.
Ser capaz de superar este periodo sin contratiempos, y además poder aumentar la ventaja con el resto de perseguidores, es otro mérito junto a la confirmación de que las victorias no se improvisan, sino que son el resultado de un trabajo serio, duro y compartido.
El resto se hace por la técnica, la táctica, la forma física, la garra, el esfuerzo. También por la explosión de talentos como Pogba y la confirmación de fenómenos como Barzagli, el liderazgo de monumentos como Buffon y Pirlo y la personalidad de los luchadores como Vidal y Marchisio, pies refinados como Vucinic y Giovinco y Chiellini y el poder de Matri, la voluntad de hierro de Giaccherini y Padoin y la inspiración Asamoah y Quagliarella ...
Conte le gusta decir que nunca darle las gracias chicos, porque con su segundo Scudetto consecutivo alcanzó un resultado extraordinario.Y tiene razón. Han hecho cosas excepcionales que parecína fáciles dejando a la Vecchia Signora de nuevo en la cima de Italia. ¡Forza Juve!
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